Autoregalo de Reyes y autoconstruida. Mejor dicho, el diseño es mío y el trabajo de un amigo carpintero. Se trata de una cámara de cajón artesanal desde la que puedes hacer fotos como hace un siglo. Tiene espacio incluso para hacer el revelado de papel, con lo que se puede convertir en una cámara minutera.
Llevo varios días probándola con la ilusión de un niño. Admite negativo o papel en formato 9x12, los objetivos son intercambiables y están fabricados con lupas compradas en el chino. Todo es de fabricación propia excepto el obturador, del cual prescindo cuando las velocidades bajan de un segundo, ya que se puede tapar la lente manualmente. Los resultados son tan antiguos como la misma cámara. Ando en deseos de contar todo lo que estoy aprendiendo, que es mucho. En breve publicaré un artículo ilustrado detallando todas sus partes y cómo he resuelto algunos problemas como el enfoque o transportar, cargar y retirar los negativos prescindiendo del chasis y sin que se velen.
